Sí, es duro verles sufrir. Lo sé. Los niños creen que todo es posible. Y de repente un día, ven que no es cierto. Que no siempre se gana. Que no pueden tenerlo todo ya, ahora. Y de pronto se topan con un sentimiento nuevo, devastador: la frustración. Y cuando la frustración llega, se sienten engañados, hundidos. Incapaces de entender lo que pasa. Y llega el llanto, la rabia. ¿Qué podemos hacer los padres?
Cómo manejar la frustración en los niños
Seguro que a alguno os ha pasado alguna vez, igual que a mi, que de pronto os entra la tentación de dejarles ganar en un juego, pensando que tal vez así sufran menos. Y sin embargo conseguimos el efecto contrario. Porque al evitarles el sentimiento de frustración, les dejamos desnudos ante el futuro.
Y es que la frustración no es mala. Todo lo contrario, porque ayuda al niño a darse cuenta de que no pasa nada por no alcanzar a la primera de cambio todas las metas. No se termina el mundo. Podrá volver a intentarlo. Una, dos, tres veces. Las que hagan falta.
¿Y cómo le ayudo? ¡Motivándole! Aumentando su autoestima. '¿Que no te sale el pino como a tus amigos? Venga, vamos a practicar. Seguro que lo consigues. Tú puedes hacerlo'.
Y es que siempre he pensado que el refuerzo positivo es el mejor maestro. Lo peor que puedes hacer en ese momento de frustración es regañarle, que se sienta incomprendido e incluso, humillado. No dejes nunca que agache la cabeza y se sientahundido.
No podemos evitar la frustración. Es algo inherente al ser humano. Y los padres que intentan evitarlo, condenan a su hijo sin saberlo a la infelicidad. ¿Qué pasa con ese niño al que nunca dicen 'no'? ¿Al que nunca ponen normas? Al que no le dibujan límites infranqueables. Al que le ponen todo fácil y le evitan los retos. ¿Os habéis fijado en esos niños? Yo les miro con tristeza, porque veo en ellos un adulto infeliz y violento. Porque cuando crezca, no sabrá defenderse de la frustración.
Cómo los niños pueden superar los fracasos
Así que me aplico estos consejos:
1. Deja que tu hijo se tropiece y se levante solo.
2. Que lo intente de nuevo.
3. Que el niño te ayude a poner los platos aunque se le rompa alguno.
4. Que invente, que sueñe. Que consiga cumplir alguno de sus sueños y fracase en otros. Déjale.
El objetivo bien lo vale. ¿No crees?
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